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¿Qué son exactamente los gatos ferales?
Antes de entrar en materia, es importante entender qué son los gatos ferales. A diferencia de los gatos domésticos abandonados, los gatos ferales han nacido y crecido en libertad, sin contacto directo con humanos. Son animales salvajes adaptados a la vida en la calle, que mantienen distancia con las personas y no están socializados para convivir con nosotros.
Estos felinos suelen vivir en colonias y tienen sus propias dinámicas sociales. Aunque muchos piensan que necesitan ser «rescatados», la realidad es que estos gatos no desean ni se adaptarían a una vida doméstica. Su hábitat natural es la calle, y nuestro deber es ayudarles a tener una vida digna en su propio entorno.
Principales problemas que enfrentan los gatos ferales
Los gatos que viven en la calle se enfrentan a varios desafíos que comprometen su bienestar:
1. Falta de alimentación adecuada
Aunque son cazadores por naturaleza, en entornos urbanos no siempre encuentran suficiente alimento. La competencia con otros gatos y la escasez de presas pueden llevar a la desnutrición.
2. Riesgo de atropellos
Las calles son peligrosas para estos felinos. Los accidentes con vehículos son una de las principales causas de mortalidad en gatos ferales.
3. Maltrato y crueldad
Tristemente, algunas personas ven a estos gatos como una molestia y pueden actuar con crueldad hacia ellos.
4. Reproducción incontrolada
Sin programas de esterilización, las colonias pueden crecer exponencialmente, empeorando las condiciones de vida de todos los miembros.
5. Enfermedades y parásitos
Sin acceso a atención veterinaria, los gatos ferales son vulnerables a diversas enfermedades y parásitos que pueden afectar gravemente su salud.
Acciones prácticas para ayudar a los gatos ferales
Hay muchas formas en que podemos contribuir al bienestar de estos felinos. Aquí te comparto algunas ideas prácticas:
Proporcionar alimentación adecuada
Una de las formas más directas de ayudar es proporcionarles alimento apropiado. Es importante recordar que no todos los alimentos son adecuados para ellos:
- Opta por pienso seco específico para gatos, que les proporciona los nutrientes necesarios
- Establece horarios regulares de alimentación para crear rutina
- Coloca los recipientes en lugares seguros, lejos del tráfico
- Mantén limpios los comederos para evitar enfermedades
Recuerda que nunca debes darles restos de comida humana, especialmente huesos de pollo, que pueden ser peligrosos, ni tampoco leche o chocolate, que son tóxicos para ellos.
Facilitar acceso a agua limpia
El agua es tan importante como el alimento. Proporcionar agua fresca y limpia, especialmente en épocas de calor, puede marcar una gran diferencia en su bienestar. Cambia el agua diariamente y utiliza recipientes anchos y estables que no se vuelquen fácilmente.
Crear refugios sencillos
Los gatos ferales necesitan protección contra las inclemencias del tiempo. No es necesario construir estructuras complejas; con materiales sencillos puedes crear refugios efectivos:
- Cajas de plástico resistentes con una entrada recortada
- Aislamiento interior con materiales como poliestireno o mantas
- Ubicación en lugares tranquilos y elevados del suelo
- Camuflaje para integrarlos en el entorno y evitar llamar la atención
Apoyar programas CER (Capturar-Esterilizar-Retornar)
Esta es quizás la acción más efectiva a largo plazo. Los programas CER permiten controlar la población de manera ética y mejorar la calidad de vida de la colonia. Puedes colaborar de varias formas:
- Contactando con asociaciones locales que realicen estas campañas
- Ofreciéndote como voluntario para la captura segura de los gatos
- Aportando donaciones para cubrir los gastos veterinarios
- Ayudando en el proceso de recuperación post-operatoria antes de devolverlos a su hábitat
La esterilización no solo previene el crecimiento descontrolado de la colonia, sino que también reduce problemas de comportamiento como peleas territoriales y marcaje con orina.
Colaborar con entidades locales
No tenemos que hacerlo todo solos. Existen organizaciones dedicadas al cuidado y protección de gatos ferales con las que podemos colaborar:
- Asociaciones protectoras de animales
- Grupos de voluntarios de colonias felinas
- Clínicas veterinarias que ofrecen servicios a precios reducidos para estos casos
- Ayuntamientos con programas de gestión de colonias felinas
Informarte sobre qué entidades operan en tu zona puede ser el primer paso para canalizar tu ayuda de manera efectiva.
Lo que NO debes hacer para ayudar a los gatos ferales
Es importante saber qué acciones, aunque bien intencionadas, pueden perjudicar a estos gatos:
Forzar su adopción
Como mencioné antes, llevar a casa por la fuerza a un gato feral no es una solución. Estos gatos no están socializados para vivir con humanos y confinarlos en un hogar les causa un estrés extremo que puede derivar en problemas de salud física y mental. Incluso pueden llegar a enfermar gravemente debido al estrés.
Un gato feral adulto probablemente nunca se adaptará completamente a la vida doméstica. Respetar su naturaleza salvaje es parte del cuidado responsable.
Alimentarlos inadecuadamente
Como mencioné antes, darles restos de nuestra comida, especialmente huesos de pollo asado o barbacoa, puede ser fatal para ellos. Lo mismo ocurre con la leche, que muchos gatos adultos no pueden digerir, o alimentos tóxicos como el chocolate.
Los gatos necesitan una alimentación específica para felinos. Si quieres ayudar, invierte en pienso de calidad para gatos, que les proporcionará los nutrientes que necesitan.
Abandonar gatos domésticos en colonias
Uno de los errores más graves es pensar que un gato doméstico abandonado podrá integrarse y sobrevivir en una colonia feral. La triste realidad es que estos gatos, acostumbrados a la vida en un hogar, carecen de las habilidades necesarias para sobrevivir en la calle. La mayoría no vive más de seis meses tras ser abandonados, incluso en colonias donde hay alimento y refugio disponibles.
Los gatos domésticos no saben cazar eficazmente, no conocen los peligros de la calle y suelen ser rechazados por los grupos ferales ya establecidos. El abandono nunca es una solución.
Convivencia y sensibilización
Una parte fundamental del cuidado de los gatos ferales es promover su aceptación en la comunidad:
Educar a vecinos y comunidad
Muchos de los problemas que enfrentan los gatos ferales provienen del desconocimiento. Educar a tus vecinos sobre el papel ecológico que cumplen estos felinos puede ayudar a cambiar percepciones:
- Controlan plagas como ratones y ratas de manera natural
- Ayudan a mantener el equilibrio del ecosistema urbano
- Con programas CER, su población se estabiliza y disminuyen los problemas asociados
Mediar en conflictos vecinales
A veces surgen tensiones entre vecinos por la presencia de gatos ferales. Si te encuentras en esta situación, puedes ayudar a mediar explicando los beneficios de gestionar adecuadamente la colonia frente a intentar eliminarla (lo que además de cruel, es ineficaz debido al «efecto vacío»).
Recuerda a los vecinos preocupados que una colonia bien gestionada y esterilizada tiende a ser más tranquila, menos ruidosa y causa menos molestias que una no controlada. Además, los gatos actúan como barrera natural contra plagas potencialmente más problemáticas.
El valor de los pequeños gestos
No subestimes el impacto de las pequeñas acciones. Incluso si no puedes comprometerte con el cuidado regular de una colonia, hay gestos sencillos que marcan la diferencia:
- Conducir con precaución en zonas donde hay gatos ferales
- Revisar debajo de tu coche antes de arrancar, especialmente en invierno
- Difundir información sobre la importancia de respetar a estos animales
- Denunciar casos de maltrato o crueldad que presencies
Como digo siempre, los gatos ferales son también nuestros vecinos. Comparten nuestro espacio urbano y merecen nuestro respeto y consideración.
Una convivencia armónica es posible
Cuidar de los gatos ferales con respeto y responsabilidad nos permite convivir en armonía, mejorando su bienestar sin alterar su naturaleza salvaje. Cada pequeña acción, desde proporcionar alimento adecuado hasta apoyar programas de esterilización, contribuye a crear un entorno más humano y compasivo para todos.
Estos felinos callejeros, con su independencia y adaptabilidad, nos recuerdan la importancia de respetar la diversidad de formas de vida que coexisten en nuestras ciudades. Al ayudarles, no solo mejoramos sus vidas, sino que enriquecemos nuestra comunidad y nuestro propio sentido de responsabilidad hacia los más vulnerables.
¿Tienes experiencia con gatos ferales en tu barrio? ¿Has participado en el cuidado de alguna colonia o te gustaría empezar a hacerlo? Me encantaría conocer tu historia. Escríbeme a través del formulario de contacto y comparte conmigo tu experiencia o dudas sobre cómo ayudar a estos felinos callejeros. ¡Juntos podemos hacer mucho por ellos!
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¡Un abrazo, un toquecito de nariz y nos vemos en el siguiente capítulo!
¡Adiós!